sábado, 4 de junio de 2016

Sternberg y las siete formas del amor.

El amor. Un tema complicado, donde al principio creemos que se trata de una cuestión de todo o nada y la experiencia nos demuestra que en realidad la forma de sentir de cada uno es distinta, y no hablo solo de la intensidad del amor.

Aquello que llamamos amor romántico o de pareja, es un sentimiento complejo que puede incluir pasión, compromiso e intimidad, aunque no necesariamente incluye todas esas características. Sobre este tema sabe bastante Robert Sternberg, psicólogo, profesor en la universidad de Yale y autor de la llamada teoría triangular del amor.

Sternberg clasifica las relaciones de pareja según varios atributos:
  • Intimidad: Cuando nos sentimos a gusto con nuestra pareja tenemos intimidad con esa persona, sentimos apego hacia él/ella y solemos percibir dicha relación como algo especial. De hecho no es escasa la gente que siente que su relación es única e inigualable. Esta característica es la responsable de que queramos satisfacer los deseos y necesidades de esa persona para así mantener ese vínculo que sentimos especial. Por eso nos esforzamos para que nuestros regalos les gusten, escuchamos sus pesares y buscamos en general que sean felices.
  • Pasión: Subjetivamente, tendemos a relacionar la pasión con la "intensidad" de la relación en sí, si es que esto tiene en realidad algún sentido. La pasión se encuentra con más frecuencia al principio de las relaciones y luego va disminuyendo hasta que la pareja llega  a una línea base, a un estado que para esa pareja será el normal y que define en este aspecto la forma en que funcionan.
  • Compromiso: Cuando nos comprometemos unimos en cierta forma nuestras vidas, aunamos objetivos y metas, pero también debilidades. Hacemos esto porque no nos importa seguir un mismo camino juntos, ya que a priori queremos que esa relación sea duradera e incluso que no acabe nunca (de ahí el llamado "amor eterno"). Las decisiones son tomadas conjuntamente y se realizan promesas y compromisos.

Hay que tener en cuenta que ninguna de estas características está presente en todas las relaciones y es de hecho su presencia o ausencia conjunta la que define como será la dinámica de la pareja. Los lectores más avispados ya se habrán percatado de que esto implica que no se puede etiquetar a una pareja de forma permanente ya que nuestra forma de funcionar como pareja puede cambiar en cualquier momento si aumenta o disminuye la presencia de alguno de los elementos mencionados. Una evolución típica que solemos encontrar es que la pareja empiece con mucha pasión y esta vaya disminuyendo con el paso del tiempo y mientras tanto aumenta la intimidad y el compromiso entre ambos. Si no se crean de forma espontánea la intimidad y compromiso, es más probable que la pareja deje de serlo al desaparecer la pasión.

Así pues, sabemos que las tres características pueden combinarse, apareciendo las tres, solamente dos o incluso una de ellas, aunque si en este último caso es más difícil que la pareja resista el paso del tiempo pues el vínculo entre ambos será más débil. Con las distintas combinaciones obtenemos hasta siete tipos de parejas:
  • Cariño: Relación de amistad cuya único vínculo es la intimidad que los une. A veces derivan en algo más siendo el clásico caso de amigos que luego acaban siendo algo más.
  • Capricho o encaprichamiento: Relación basada en la pasión. Al no poseer intimidad realmente no se conocen ni tienen un compromiso real pues no hay compromiso. Se trata del llamado amor a primera vista.
  • Amor vacío: Basado en el compromiso. Se trata de relaciones o matrimonios de conveniencia o bien de parejas que llevan tantos años juntos que continúan la relación por inercia, sin pasión ni intimidad.
  • Amor romántico: Combina pasión e intimidad. Es un amor que vive el momento al máximo sin plantear el futuro. Es un amor "de película", arquetípico como el de Romeo y Julieta.
  • Amor sociable o de compañía: Intimidad más compromiso. La pasión puede haber desaparecido o disminuido con el paso del tiempo de forma natural.
  • Amor loco o fatuo: Pasión y compromiso se unen en estas relaciones, siendo generalmente una gran pasión la que motiva el compromiso, lo que será un peligro para la supervivencia de la relación si la pasión disminuye o desaparece.
  • Amor consumado: Es la clase de relación ideal, que combina las tres características de forma balanceada. Sternberg explica que no es difícil llegar a tener una relación de este tipo, lo complicado será mantenerla. No obstante, si lo conseguimos habrá valido la pena.

Es importante tener en cuenta que cada pareja está formada por dos individuos distintos al resto, con lo que cada pareja deberá encontrar que dinámica es la que funciona mejor en su caso, teniendo en cuenta siempre las necesidades de cada persona y sus deseos.

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