jueves, 4 de agosto de 2016

Risa, ¿cómo, cuándo y por qué?

La teoría de la evolución implica que todas las características de nuestra especie tienen alguna utilidad, o bien son vestigios y por tanto fueron útiles antaño. No obstante, algunas de ellas no tienen una utilidad tan evidente como otras. Esto es todavía más cierto cuando hablamos de comportamientos concretos, comunes a toda la especie humana, los cuales nos puede parecer que tienen una función concreta pero la verdad suele ser bastante más compleja.

Por ejemplo, la risa tiene por objetivo mejorar la comunicación, aumentar la confianza y ayudar a establecer vínculos afectivos. Pero ahí no acaba la cosa ya que también permite relajar el ambiente y hacerlo pacífico, mejora la posición de la columna vertebral, la tensión arterial, el flujo de oxígeno, y al reírnos segregamos más serotonina, dopamina, adrenalina y endorfinas, lo que en general nos hace sentir satisfechos y felices.

Para que nos hagamos una idea de la importancia de la risa para nuestra sociedad, lo mejor es imaginar como serían nuestras relaciones sociales sin ella. Sin risa no habría motivo para bromear, ya que nunca podríamos saber si a nuestro interlocutor les ha hecho gracia, lo que además complicaría el poder conocer a la gente, sus gustos y pensamientos.

La risa cumple una función opuesta al llanto, de igual importancia, ya que reduce la tension del ambiente y actúa directamente sobre nuestro organismo. Por ejemplo, reduce los efectos negativos que el estrés está causando sobre nosotros, anulándolos al actuar de forma opuesta (liberando la presión respiratoria y cardiovascular). Otro caso curioso es el del asma, cuyos síntomas aumentan con la tensión pero disminuyen con la risa.

En anteriores entradas ya comentábamos el porqué de la risa, como se produce y que cosas nos hacen reír. Una teoría al respecto explica que nos reímos ante un evento sorprendente que contradice nuestras expectativas, siempre y cuando dicho evento no sea percibido como peligroso. Como cada uno tiene unas ideas y esquemas mentales aprendidos distintos, nuestro sentido del humor es diferente.

No obstante, existen otras teoría explicativas, como la llamada teoría de la superioridad, la cual indica que nos reímos cuando percibimos una conducta considerada socialmente incorrecta ya que esto une al grupo. Digamos que el grupo rechaza al individuo que se comportó inadecuadamente y así el resto de individuos se unen para mostrar su disconformidad de una forma constructiva. Lógicamente, esta teoría intenta explicar la risa tonta que nos entra al ver a personas o incluso animales en situaciones o conductas absurdas o embarazosas, y lo hace al describir estas situaciones como percibidas de forma externa, al no formar parte nosotros de esa escena. Esta teoría se denomina de la superioridad ya que el grupo se autopercibe como superior al objeto de la risa.

Lógicamente, esto puede acabar derivando en un tipo de humor malicioso, en el que nos mofamos de quién no lo merecía. Este humor malintencionado lo podemos encontrar, lamentablemente, en todas partes: televisión, cine, internet, y prácticamente en cualquier medio que distribuya humor de alguna clase. Por supuesto, es un tema complejo sobre el que podríamos meditar y hablar muchísimo, y que seguramente revelaría mucho acerca de la naturaleza humana.


martes, 2 de agosto de 2016

Sexo, drogas y rock & roll

Ante todo, quiero pedir disculpas por el título, pues no tengo intención de hablar de Rock, aunque quizás lo haga otro día. En cambio me parecía muy interesante hablar sobre la relación entre sexo y drogas. Normalmente la droga que más se relaciona con el ámbito sexual es el alcohol, y es por ello quizás que nuestra sociedad consume tanto alcohol. La utilidad de esta sustancia en relación al sexo es conocida por todos, ya que se consume principalmente con intención de desinhibirse y así propiciar nuestro acercamiento hacia la otra persona. No obstante como comentábamos el otro día este es un hábito peligroso pues cuando se crea el hábito el alcohol nos afecta negativamente y cada vez más gravemente.

Si bien es cierto que las bebidas alcohólicas nos pueden ayudar al alterar nuestro comportamiento, haciéndonos más lanzados y vivarachos, así como relajándonos, nos convendría tener siempre en cuenta que en estado de embriaguez perdemos nuestra capacidad para calibrar las consecuencias de nuestros actos (todos hemos oído o vivido aquellas anécdotas en que alguien bebió demasiado e hizo alguna tontería que no acabó nada bien),  aumenta nuestra agresividad y nos puede llevar a comportarnos de forma muy molesta al no darnos cuenta de que estamos siendo desagradables. Esta es la explicación tras algunos casos de accidentes de tráfico, agresiones y abusos sexuales, entre otras cosas. Por lo tanto recomiendo encarecidamente que el consumo de alcohol sea el mínimo y en todo caso nunca con intención de que nos "ayude a ligar". Por otra parte, hay que añadir que nuestra capacidad de respuesta sexual se verá afectada, siendo este efecto proporcional a la cantidad consumida.

Después de leer esto último algunos estaréis pensando que es falso, y que en pequeñas cantidades produce justo el efecto contrario, aumentar nuestra libido. Bien, pues tenéis razón, pero solo a corto plazo ya que a la larga altera nuestra capacidad para sentir placer, provoca problemas de erección, eyaculación precoz, vaginismo y anorgasmia en ambos sexos. Así que como decía, no recomendaría su consumo sin un estricto control.

Por supuesto el alcohol no es la única droga que afecta a nuestro organismo en cuanto a la vida sexual se refiere y otro candidato muy presente es el tabaco. Aunque esta percepción parece que va desapareciendo poco a poco, no es poca la gente que todavía considera la visión de un fumador como algo eróticamente estimulante. No obstante, haríamos bien en tener en cuenta que afecta gravemente a nuestro rendimiento, reduce la capacidad orgásmica, así como el deseo, provoca problemas en la erección, infertilidad y otros problemas derivados como afecciones circulatorias y riesgos graves para el feto en caso de embarazo.

Consumido muchas veces junto al tabaco encontramos al cannabis, que es tiene la curiosa virtud de actuar como el alcohol y relajarnos a la par que nos desinhibe pero además aumenta nuestra capacidad perceptiva. Por ello las sensaciones se viven más intensamente pero aunque esto pueda sonar genial, no siempre es así y puede resultar bastante perturbador. De todas formas y aunque el aumento de las sensaciones siempre fuera positivo, seguiríamos encontrando problemas tales como la disminución de la lubricación natural, problemas en la erección, eyaculación precoz, anorgasmia, vaginismo, problemas menstruales y falta de deseo. Sobra decir que como muchos de estos efectos son producidos por varias de las sustancias mencionadas, si se consumen varias de ellas los efectos serán más graves.

Aunque muchos no lo sepan, otra droga que alcanza grandes cotas de consumo en nuestro país es la cocaína. Es un dato  bastante conocido que esta sustancia aumenta la potencia sexual a corto plazo y se comenta que por este efecto es usada en la industria del porno. No obstante como toda droga, cuanto más se use más se adapta el organismo y cada vez se necesitarán dosis más grandes para poder lograr el mismo efecto. Algunos de sus usuarios la usan directamente en sus genitales para así conseguir un efecto más potente, pero creo que no hace falta decir que esto aumenta muchísimo el riesgo de infecciones y los otros muchos efectos perniciosos. Esto son la falta de lubricación, problemas en el ciclo menstrual, anorgasmia, eyaculación precoz y paradójicamente problemas de erección.

Existe una leyenda similar respecto al éxtasis, del cual se dice que es un afrodisíaco aunque sabemos que no produce ningún efecto en este sentido. A corto plazo aumenta el deseo y desinhibe, pero a largo plazo disminuye el deseo, causa problemas de erección, eyaculación precoz, anorgasmia y vaginismo.


Con el LSD sucede algo similar, atribuyéndosele un efecto afrodisíaco pero siendo la realidad bastante diferente. Las alucinaciones que provoca dificultan mucho las relaciones sexuales, ya que al fin y al cabo dejamos de ver el mundo que nos rodea tal cual es en realidad. Es difícil practicar el sexo con una persona a la que no percibimos como es en realidad, si es que la vemos, o si es que esa persona se encuentra ahí y no es en realidad un producto de nuestra imaginación. Todo ello sin olvidar que produce los efectos mencionados con otras sustancias, como pueden ser vaginismo, falta de lubricación, anorgasmia, problemas de erección y eyaculación precoz.

No podemos acabar sin hablar de la heroína, ya que sus efectos nocivos son especialmente graves. Aunque esta sustancia destroza la vida del consumidor en todos los ámbitos, a nivel sexual concretamente encontramos que altera nuestros niveles hormonales, produce anorgasmia, infertilidad, falta de deseo, problemas de erección, eyaculación precoz y vaginismo, todo ello apareciendo con rapidez y en forma grave.

Como siempre que hablamos de estos temas, hay que añadir que existen otras muchas sustancias y sus consecuencias son o bien similares, o bien más terribles, o en algunos casos desconocidas. Drogas nuevas aparecen cada día y nunca se ha dado el caso de alguna que no sea perjudicial de un modo u otro para nuestro organismo. Por otra parte la politoxicomanía aumenta todos los riesgos mencionados y crea otros adicionales, al apilar los efectos de cada sustancia por separado.

Es fácil entender el motivo que lleva a algunas personas a consumir estas sustancias, ya que suelen generar efectos y sensaciones agradables a corto plazo, pero las consecuencias que más tarde vendrán son bastante negativas como hemos visto. Por supuesto, no hemos comentado el efecto más evidente que es la adicción que crean estas sustancias, condicionando la vida de quienes las consumen y convirtiéndose en el centro de gravedad de su día a día.

Por tanto, lo recomendable será evitar su consumo siempre que podamos para así ahorrarnos disgustos en el futuro.