viernes, 29 de mayo de 2015

Introducción a la Psicología ¿Quiénes somos, dónde vamos?

Con esta entrada inauguro este blog, donde tengo intención de compartir aquellos aspectos que encuentre más interesantes en el estudio de la psicología. De hecho, es una de las disciplinas científicas que más suele llamar la atención a los estudiantes que acaban de finalizar el instituto.
Esto es debido en gran parte a que muchos de nosotros hemos tenido que ejercer de psicólogo en algún momento con los amigos o familiares. Simplemente se trata de ser empático y querer ayudar al prójimo ¿verdad?
Si y no. Es bastante más complicado que eso y muchos hubieran agradecido conocer un poco más de que va esto de la psicología antes de matricularse en la universidad. A las pruebas me remito, en primer año de licenciatura recuerdo las clases mucho más llenas que en el segundo curso. Y en el segundo más que en el tercero. Al último año sólo llegan los que realmente creen que aquello que están estudiando les servirá para algo, y ojo, porque esto se aplica a todos los estudios superiores. La motivación es el principal motor que nos impulsará hasta completar nuestra metas.
Aún así me gustaría hablar un poco de mi experiencia personal y contaros que podéis esperar una vez que os graduéis y saber de antemano si realmente os interesa o no:
  • Exámenes: Por supuesto, todos los estudios requieren evaluar a los alumnos para confirmar que han aprendido. En mi opinión no hay carrera fácil (aunque si que hay algunas que son objetivamente más difíciles), y esto es así porque si de verdad quiero aprender y ser un buen profesional, incluso ante el temario más fácil lo debería leer y analizar hasta absorber todo dato que haya en él y me pueda resultar de utilidad. Añadir que mucha gente cree que la psicología es una carrera fácil. También hay otros que creen que es "de letras". Nada más lejos de la realidad, pues os encontraréis con asignaturas tales como estadística, psicometría, neurociencia... Aún así, podéis estudiar la carrera si hicisteis un bachiller de letras, pero haceros a la idea de que tendréis que usar calculadora.
  • Clases magistrales: No pueden faltar los profesores que ya sea por negarse a actualizar sus métodos educativos, o por que no le ponen ganas a sus clases y se dedican a ellas no por vocación, es inevitable encontrarse con profesores que se limitan a dar su clase leyendo un texto o diapositivas y comentando un poco cada cosa. De todas formas, cosas similares nos van a pasar vayamos donde vayamos y estudiemos lo que estudiemos. Recomiendo en todo caso buscar nuestro propio método de estudio, por ejemplo obtener libros relacionados con la asignatura y leérselos, ya sea para tener una mejor base o para ampliar conocimientos.
  • ¿Prácticas?: Con tanto cambio de modelo de estudios no se como está ahora la cosa, pero estoy bastante seguro de que inevitablemente serán la parte más interesante de los estudios. Ojo, hablo de las prácticas de licenciatura (o grado), en las cuales eliges en que tipo de lugar quieres hacerlas y tienes tus primeras tomas de contacto con el mundo laboral real. Ya que no hay una asignatura que sea "mundo laboral del psicólogo", tomadlas como referencia de lo que os podéis encontrar al trabajar de verdad. Luego están las prácticas de asignaturas, pero esa es otra historia.
  • Libros, libros y más libros: Y no hablo de lectura ligera, que también la hay, hablo de mostrencos escritos en varios volúmenes y que aún así pesan más que sus autores. Normalmente no se obliga a nadie a leerlos, pero hay excepciones. Estos libros además suelen ser caros, pero los podemos encontrar por lo general en la biblioteca de la universidad. En todo caso, como ya he dicho, son una buena forma de asimilar los conceptos, ya sean de lectura obligada o los leamos por gusto. 
  • Apuntes: Complementando a los libros, tendremos que manejar muchos apuntes, ya sea en forma de fotocopia o tomados por nuestro puño y letra. Para salir airoso deberemos ser organizados y no traspapelar nada.
  • Hipocondría: Tanto leer sobre rasgos de personalidad, trastornos y síndromes, nos pasará más de una vez que nos preguntaremos "¿No padeceré yo esto?" Tranquilos, poco a poco os adaptareis a tanta información nueva y pasaremos a la siguiente fase, donde ya no sólo nos analizamos a nosotros, sino que pasaremos a estudiar a quienes nos rodean.
  • Psicólogo en ciernes: Pero no hay que preocuparse, estudiar psicología nos hace ver el mundo de forma distinta, pero es natural. Y lo mismo pasa con todos los estudios que podamos emprender. La psicología nos ayudará no sólo a entendernos mejor, sino que también comprenderemos cada vez más a los que nos rodean. El ser humano se ve influenciado siempre por sus procesos mentales, conscientes e inconscientes. Por tanto, verlo todo desde un punto de vista (un prisma) psicológico nos ofrece una mejor comprensión del mundo en el que vivimos.
  • Dificultades: Sin embargo, lo normal es que alguna asignatura, por su dificultad o por que no nos atrae tanto como el resto, se nos atragante. Será en esos momentos cuando deberemos echar mano de nuestra motivación. Si no estamos seguros de que lo que hacemos nos gusta, las probabilidades de fracasar aumentarán.
  • Psicólogo oficial: De la familia me refiero. Y de tus amistades. Desde el momento en que estudias psicología, seguro que la gente acude a ti para contarte sus problemas... y oye, no te quejes, justamente eso es lo queríamos al empezar estos estudios, ayudar a los demás ¿no? Con esto quiero decir, que este es un trabajo que requiere vocación.
No quiero terminar el texto sin advertir que ciertos rasgos no nos sirven para ser buen psicólogo. Por ejemplo una persona vergonzosa a la que le cueste hacer una presentación delante de clase, probablemente sufra cuando después se encuentre delante de un paciente. Tampoco nos conviene ser demasiado sensibles. Es decir, debemos tener una buena dosis de empatía para ayudar al prójimo, pero si nos dejamos afectar mucho por lo que les sucede, nos acabará pasando factura. Digamos que pasar el día viendo los problemas de la gente puede llegar a sobrepasarnos si no vamos mentalizados.
Con esto último no digo que quien sea tímido o sensible no sirva como psicólogo, pero deberá mejorar ciertas características de su persona. Y tranquilos, pues la base de muchas terapias precisamente es que siempre hay margen para mejorar.

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