Indudablemente, la depresión es
uno de los mayores males de las sociedades del siglo XXI. También es uno de los
diagnósticos más habituales en el ámbito de la psicoterapia. Tanto es así, que
cuando la gente oye que alguien acude a un psicólogo, lo primero que suele
venirle a la cabeza suele ser la depresión.
A día de hoy, las terapias que
usamos para combatir los trastornos depresivos son cada vez más eficaces, sin
embargo los casos de suicidios se suceden continuamente. Gran parte del
problema es que hay aspectos de las conductas suicidas que no comprendemos del
todo, aunque por suerte la investigación avanza cada día.
Uno de estos aspectos es conocido
con el nombre de “Paradoja de Género en la Depresión” y se refiere al hecho de
que las mujeres presentan típicamente más ideaciones suicidas y aún así hay
mayor número de suicidios entre los hombres.
Recordemos que normalmente, la
depresión precede a los actos suicidas, aunque estos no se dan ni mucho menos
en todos los casos de depresión. Las mujeres por su parte, presentan trastornos
depresivos más asiduamente que los hombres, pero en cambio en su caso estos
trastornos no conducen con tanta facilidad al suicidio ¿Por qué ocurre esto?
Podríamos pensar que pese a caer
con más facilidad en la depresión, las mujeres resisten mejor sus efectos y no intentan
cometer el acto suicida, pero esto no es cierto, pues son ellas las que piensan
más veces en el suicidio y también lo intentan cometer más que los hombres. Hablamos
de que un 7% de mujeres lo han intentado alguna vez, frente a un 4% de los
hombres aproximadamente. Dejando de lado el inquietante hecho de que una gran
cantidad de la población pasa por este trance, destaca también que la cantidad
de mujeres afectadas dobla al de hombres.
Y aún así, un 75% aproximadamente de
los suicidios cometidos son de hombres, no de mujeres. Y por eso decimos que
existe una paradoja al respecto.
Por ahora tenemos una respuesta
parcial, y los datos muestran como los hombres tiende a usar métodos más
violentos para acabar con su vida, como por ejemplo armas de fuego. Estos
métodos son más letales que otros típicos, como la sobredosis de pastillas, por
lo que los hombres tienen peor pronóstico una vez se han decidido a cometer un
acto suicida.
Lo cual nos lleva a otra pregunta
¿Por qué los hombres usan métodos distintos a las mujeres? Existen por supuesto
varias teorías al respecto, una de las cuales dice simplemente que los hombres
tienen un deseo más intenso y real por acabar con su vida. Otras teorías nos
hablan de que los hombres son en general más impulsivos, haciendo que escojan
métodos más rápidos y destructivos. Además, sabemos que ciertamente el consumo
de alcohol aumenta las conductas impulsivas. Si sumamos esto a que los hombres que
cometen suicidio tienen problemas con el alcohol con más asiduidad que las
mujeres, parece que empezamos a encontrar un patrón.
Por supuesto, hay otras teorías al
respecto, como una que nos habla del efecto de los roles de género. Puede
parecer una tontería, pero las mujeres tienden a dar más importancia a su
apariencia y por tanto eligen métodos que alteren su aspecto lo mínimo posible.
Aún así no hay datos que confirmen del todo ninguna de las tres teorías
expuestas, aunque si hablamos de roles de género, estos se van difuminando cada
vez más con el paso de los años, con lo que si esta teoría fuera correcta
podríamos asistir a un cambio en las citadas tendencias con el paso de los
años.
Sea como sea, aún queda mucho por
investigar al respecto antes de que lleguemos a una conclusión segura. En todo
caso, conocer a que se deben las citadas diferencias podía ser clave para
averiguar en un futuro como combatir mejor los estados depresivos que llevan a
cometer estos actos.
Al respecto no puedo evitar dar un
consejo, si creéis que vosotros o algún conocido necesita ayuda, no dudéis en
acudir a un especialista. Precisamente, acabar con el estigma de que “si vas al
psicólogo es que estás loco de atar” debe ser una prioridad si queremos frenar
el efecto dañino que tienen los trastornos psicológicos entre la población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario